LAS CONVICCIONES AL CARAJO, EL PRAGMATISMO POLÍTICO.
En estos días se dio a conocer la intención de explorar una alianza entre el PAN y el PRD con miras a los comicios presidenciales del 2018, esto a unos días de disputarse por separado el Estado de México que significa el mayor padrón electoral de nuestro país, el anuncio es una lamentable y pragmática torpeza que lástima no solo a sus protagonistas, sino al sistema político y la vida pública de México.
Los dirigentes del PAN y PRD (que no la totalidad de sus militantes) cayeron en la trampa de la inmediatez política, miopes a la contienda que están librando en este momento miles de sus simpatizantes por la defensa y posicionamiento de sus principios, ideales y/o plataforma política; los mismos fundamentales de su filosofía que han tirado por la borda (o en el mejor de los casos convenientemente guardaron) por la mezquina ambición de ganar por ganar, o ganar a como dé lugar una contienda que aún no comienza y que se avizora en el horizonte.
¿Cómo conciliaran sus postulados y diferencias en favor de México?
¿En qué de toda su confusa y mezquina “coalición” o “alianza” tendrá que creer el electorado?
¿Qué ideología predominara en temas como el aborto, las uniones civiles entre personas del mismo sexo, la eutanasia, la liberación y consumo de drogas?
Es momento de que retomemos los fundamentales de cada partido político, el desprestigio de la clase política en gran medida se debe al alejamiento de las ideologías, se requiere de la valentía y el compromiso de causas sociales, cualquiera que sea la concepción que se tenga de estas; la indeterminación, la vacilación en las propuestas y en la defensa de lo que concebimos como de interés público, abona al deterioro de las instituciones y el surgimiento de algunas opciones “ciudadanas” o de otras expresiones políticas que solo buscan medrar con la victoria por el solo hecho de conseguirla (no todas afortunadamente).
Bienvenidas las coaliciones y alianzas que sean compatibles en sus plataformas políticas, las que buscan y proponen algo más que ganar por ganar, aquellas que en sus filosofías a pesar de ser distintas encuentran misiones en común y la compatibilidad de proyectos que nacen desde las propuestas que abanderan y como consecuencia logren (o no) una victoria entonces si legitima y de contenido.
Para elevar el debate y darle lustre a las contiendas políticas se requieren mística y convicciones en todos los partidos:
¿Cómo definimos y entendemos la libertad?
¿Cuál es la diferencia que nos distingue entre las opciones políticas?
¿Por qué consideramos merecer el voto?
En la medida que planteemos estas preguntas y sobre todo hagamos por responderlas, podremos recuperar la credibilidad y ser auténticas instituciones de representación social.
Lic. Jose Gpe Pedroza Cobian
jose.pedroza@live.com.mx
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