GOBIERNO GENDARME Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
La sociedad y su forma de gobierno como la conocemos ahora es propia de un devenir histórico, son los distintos fenómenos sociopolíticos los que la van moldeando y ajustando a su realidad actual, logrando crear la abstracción que resulta de gobierno y gobernados.
Sin embargo siempre existe una constante en cualquier forma de gobierno que se analice, y es el imperio de la ley y la obligación expresa de la autoridad, lo anterior como consecuencia de la ejecución de la soberanía, entendiendo esta como el desprendimiento que hacemos todos los que habitamos en sociedad a favor de un marco normativo que nos regule a todos por igual y que le da facultades a una autoridad para administrar (gobernar) los recursos de todos en favor del bienestar colectivo.
La primera manifestación de todo gobierno es la fuerza, un gobierno dotado de la legitimidad y con los recursos para someter a quien sea que no abone al bienestar general, castigando y penalizando a aquel que se salga de los cánones sociales, siendo esta acción temida por todos los gobernados pues en el pacto social que hacemos queremos ser apreciados por nuestro entorno y no reprimidos; es entonces la fuerza bruta y su acción justificada la que en un principio nos da forma como sociedad.
En otras palabras el Rey no es Rey si no tiene un ejército leal que le haga valer, ya sea por imperio de ley o por derecho divino.
Después en el desarrollo de las sociedades los gobiernos van sumando otras características y atribuciones como por ejemplo ser un Gobierno Providencia que además de garantizar la paz social empieza a proveer de servicios básicos, supliendo con organización la acción colectiva; otra característica que adopta en su evolución es la de Gobierno Orientador del Estado Social en la que con una visión general va orientando y delimitando el actuar de sus gobernados, ejerciendo la rectoría en temas que se consideran estratégicos para el bienestar general.
Como podemos observar el uso de la fuerza en pro de la paz social es una base fundamental del ejercicio del poder, es por eso que los gobernados nos desprendemos en contribuciones y limitaciones sociales a favor del Estado, cumpliendo así nuestra parte en favor del pacto social, esperando recibir en contraprestación la seguridad publica necesaria para desarrollarnos según nuestros condiciones y aspiraciones en busca nuestra felicidad.
Hoy está sobre la mesa la propuesta de generar un fideicomiso con los empresarios para la seguridad en nuestro estado de Guanajuato, propuesta que a la luz de la explicación anterior pareciera en el mejor de los casos repetitiva.
¿Fideicomiso?
¿Qué acaso la tarea de Gobernar no es en sí un gran fideicomiso amplísimo en el que no solo los empresarios sino, todos los gobernados contribuimos para nuestra seguridad?
En las últimas décadas y como consecuencia de la simplificación administrativa y en la innovación de nuevas formas de gobernar se insta a la participación ciudadana, en un principio como observadores y contralores del ejercicio público, posteriormente han incursionado ya también en la tarea de gobierno por medio de consejos ciudadanos, mesas de trabajo y representaciones cívicas empresariales en organismos públicos.
Todo lo anterior es digno de resaltarse y considero que es positivo en cuanto las buenas experiencias así lo demuestran, existen temas científicos, técnicos, culturales, sociales en los que sin duda es indispensable este tipo de desconcentración que hace el gobierno de su facultad; hoy en día la descentralización ha sido muy recurrida, compartiendo el gobierno cada vez más la responsabilidad de gestión que tiene por ley con empresarios, académicos y sociedad civil en general, abandonando de manera casi automática, la rectoría, intencionalidad y ejercicio de poder que los representados le otorgamos cada vez que votamos.
Si es para mejor proveer y sobre todo trae beneficios tangibles, bienvenida la constante descentralización de las facultades de gobierno (sin mencionar colores y partidos, todos por igual) pero… ¿descentralizar a manera de fideicomiso la seguridad pública? cuando es la principal característica por la que tenemos un gobierno.
Si es para ayudar de manera auxiliar con programas específicos de prevención al delito o de concientización ciudadana, sin duda sería una muy buena idea y plausible por la generosidad de la clase empresarial que tanto hace crecer nuestras ciudades, pero… ¿se imagina usted a las cámaras empresariales definiendo la estrategia operativa y de mandos?, en todo caso nos hace falta más información.
LIC. JOSE GUADALUPE PEDROZA COBIAN
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