“EL TRABAJO
TODO LO VENCE… TODO”
El
lema de nuestra ciudad es hermoso y define ampliamente la cultura del esfuerzo que prevalece en esta ciudad zapatera, les comparto aquí un poco
de la historia que está detrás de estas emblemáticas palabras.
El Trabajo todo lo Vence "Labor omnia vincit”
Se debe al poeta romano Publio Virgilio (70-19 a.c.) y se incluye en el libro 1°, versos 145-146,
de su poema “Las Geórgicas”, de ahí el lema de distintas instituciones en todo
el mundo.
El poema fue encargado por el Emperador Octavio
Augusto, como una estrategia para relanzar y dignificar el noble
trabajo de la agricultura que estaba decayendo en las provincias de la Roma
antigua, el estado romano intervino en su promoción y difusión a manera de
garantizar el próspero desarrollo y manutención que siempre dependía de alicaídas
provincias lastimadas por las constantes guerras y sequías.
Sin embargo la frase no está completa pues el
lema se encuentra inserto en una frase aún más amplia que nos deja ver aún más
de su significado
"Labor omnia vincit improbus et duris urgens in
rebus egestas"
"Todo se venció en fuerza de un ímprobo
trabajo y de la necesidad, que nos obliga a las cosas más duras".
El
trabajo es entonces duro, difícil de hacer, demanda constancia, esfuerzo y dedicación,
por más que nos guste y al ejecutarlo nos desarrollemos como personas, implica acción,
movimiento y por lo tanto el desprendimiento de una persona para dedicarlo a un resultado que nos haga sentir una satisfacción superior.
A
diario, muchas personas se levantan y dan su máximo esfuerzo, sabedores de que
la constancia y dedicación traerá su recompensa, motivados tal vez por la
necesidad de salir adelante, de llevar la comida a su casa o con el objetivo de
tener mejores resultados en lo que se hace, en razón de lo anterior hay
personas que son capaces de hacer las cosas más duras, como dormir 4 horas
diarias, trabajar dobles turnos, mal comer, pasar horas en el tráfico y
privarse de recreación y entretenimiento.
Desgraciadamente
pudimos atestiguar que esa constancia y dedicación que tanto significa en
nuestro pueblo no le significa lo mismo al primer gobernante de esta ciudad,
que si bien administrativamente hizo uso de su prerrogativa de gozar de
vacaciones en este verano (al igual que hace 6 meses), resulta ofensivo para sus
gobernados al ver los urgentes y apremiantes temas que seguramente quedaron
sobre su escritorio, el más escandaloso de todos sin duda la inseguridad.
¿Cuántos
leoneses se vieron obligados a cancelar sus vacaciones por temas de trabajo y
no dudaron en hacerlo?
¿Cuantos
emprendedores y empresarios saben que iniciar un negocio implica no darse el
lujo de visitar la playa en por lo menos 3 años?
¿Para
cuantos padres de familia la palabra “vacaciones” significa en realidad
trabajar aún más para el regreso de los niños a la escuela?
Estoy
cierto de que el Alcalde es ser humano como todos, y que necesita más que merecerlos
unos días de esparcimiento y reposo espiritual, todos los necesitamos
independientemente de que algunos puedan dárselo y otros no, pero también todos
estamos ciertos de un sentido de responsabilidad que nos obliga a priorizar
nuestras necesidades con el compromiso laboral cuando esté lo asumimos.
Nos
ofende a la ciudadanía leonesa la ligereza y desparpajo con la que el que se
supone debería de ser el líder de la 5ª o 6ª ciudad más importante del país,
pone tierra de por medio (y ni tanta pues se fue a Vallarta donde por cierto vacacionan
muchos leoneses) de los urgentes temas de nuestra ciudad, si bien nada garantiza que se resolverían con o sin su presencia, es una percepción de solidaridad y de ejemplo la que se
le reprocha; “el que tiene tienda que la atienda”.
Por
cierto lo anterior no es pretexto para el mal gusto de evidenciarlo en fotografías
dentro de la alberca con su familia, lo anterior resulta deleznable pues su
familia no tiene la culpa y los niños no merecen ser expuestos y parte del
escarnio público.
Pero
para hacer aún más dantesco su regreso a la actividad edilicia, llega
declarando que no descarta la reelección, ¿es en serio? Declaración por demás imprudente
e inoportuna, pues después de un pésimo desempeño que le ha precedido y el
escaso compromiso evidente con la chamba, tiene el descaro de contemplar pedir
que le refrenden la confianza.
El
Trabajo todo lo vence… Todo, pero absolutamente Todo, incluyendo los malos
gobiernos y la falta de resultados, de lo único que estoy cierto es que esta
ciudad es grande, su gente es noble y trabajadora y que como su lema lo dice estará
trabajando todos los días para vencer la ineficiencia y falta de visión que ha
caracterizado a sus ajenos gobernantes.
Tranquilo
León ¡¡¡
El
Trabajo Todo lo Vence.
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