"EL SABADO DE JULIO EN SU CASA"
"Se
llama julio, tiene 8 años y es el segundo de 4 hermanos, ayer fue sábado de
raya en la fábrica y su papá llego entrada la noche demasiado borracho y solo
con medio sueldo, son las 10 de la mañana y su mamá aprovecha la mañana para
lavar la ropa, porque entre semana trabaja en una tienda de conveniencia, julio
despierta en la sala de su casa que por las noches se convierte en el lugar en
el que duerme, atina a desayunar lo que encuentra en la mesa, algún pan duro,
un plátano mal pasado o los restos de la cena de ayer, lo hace a prisa para
salir lo más pronto posible de la casa pues él sabe que entre el mal genio de
su madre por lo quehaceres de la casa y la resaca que tendrá su papá, lo mejor
y más inteligente es salir cuanto antes a la calle.
En la calle encuentra amigos, él sabe que el punto de reunión es
en los oxidados juegos que hace más de 10 años fueron donados por el gobierno
en lo que alguna vez fuera un área verde y a la que no se le volvió a dar
mantenimiento, ahí pasa la mañana alborotando hormigas y aprendiendo travesuras
de los demás niños que como él escapan de sus casas por distintas causas como
puede ser de distintas sus familias.
Regresa a su casa solo cuando su estómago le recuerda que necesita
comida, para encontrarse con que se han acabado todo y apenas alcanza a
rasguñar algo de lo que quedo en la cazuela, su papa sigue dormido y la sala de
estar se ha convertido en la trinchera donde mamá ve la televisión mientras mal
atiende a sus hermanos menores, los cuales juguetean con los 2 perros que entran
y salen de la casa que está abierta de par en par por el sofocante calor que
hace adentro.
Su hermana de 14 años ha dicho desde temprano que iría la casa de
una amiga, Julio sabe que en realidad anda con el novio desde temprano por las
mismas razones que el anda en la calle: solo por no estar en casa, Julio logra
obtener 5 pesos que alguien en casa le dio para que dejara de molestar,
suficientes para comprar unas frituras y un hielito, para así no volver hasta
la noche a la hora en que mamá salga y le grite entre las oscuras horas de su
cuadra y le ordene que entre a dormir, Julio no se podrá bañar porque ya no hay
agua, su hermana aun no llega, sabe que lo hará más noche y como siempre algo
drogada."
Hace algunos días el alcalde de
León Héctor López rindió su tercer informe de gobierno y en su discurso realizo
un -mea culpa- bastante honesto al
declarar que "los criminales no
se hacen, los hacemos", además reconoció que la inseguridad no es
la causa de los problemas, sino la consecuencia del rezago y la falta de
oportunidades.
Las 1,800 familias que
recibieron vivienda y las 25 colonias que fueron regularizadas son un mediocre
paliativo para la dimensión del problema en nuestra ciudad, en descargo del
gobernante valdría decir que en efecto, este es un problema de todos como
colectivo social, de todos, pero principalmente de:
Las Inmobiliarias y Constructoras que hacen casas y habitaciones cada vez más
pequeñas, construyen casa sobre casa, simulando y medrando con las áreas verdes
y espacios de esparcimiento, haciendo de cada metro cuadrado un negocio y no un
espacio de bienestar para las familias.
Cámaras, Organizaciones y Empresas del sector Inmobiliario que solapan a sus agremiados y socios, hacen
mutis y que compiten entre ellas no por construir el desarrollo más armónico,
sustentable y social; sino el más redituable y de mayor lucro, abaratando
materiales sin importar el impacto social.
El Gobierno en todos sus órdenes mayormente corrupto y en el mejor de los
casos ajenos, indiferentes o insensibles, pues no hacen valer el mínimo legal o
bien no adecuan leyes y reglamentos para asegurar que todo fraccionamiento y/
colonia cuente con reservas territoriales para escuelas, centros de salud,
lugares de esparcimiento y áreas verdes; responsabilidad mayor la de los Gobiernos PANISTAS que
durante las últimas 3 décadas han orientado la política social y el desarrollo
territorial y urbano.
El hacinamiento es como la
diabetes al cuerpo, en cuanto esté se hace presente se desarrollan varios y
distintos males sociales como la violencia, la inseguridad, el narcotráfico, vandalismo,
embarazos tempranos, desnutrición, alcoholismo, drogadicción, contaminación y
problemas de salud, solo por mencionar algunos.
¿En dónde se están críando los
homicidas de mañana? ¿De dónde saldrá el próximo cartel del narcotráfico o la próxima
banda de secuestradores? es ahí, en el hacinamiento de nuestras colonias
populares y no se trata de criminalizar la pobreza, es momento en todo caso de
criminalizar el fomento de la pobreza por autoridades y empresarios mezquinos
que medran con las necesidades.
Empecemos a demandar que se exija
un política social en torno al crecimiento de nuestras ciudades, impulsemos el
rescate de espacios públicos como política fundamental para el combate a la
inseguridad, menos patrullas y más parques, menos policías y más espacios
culturales, menos discursos y más metros cuadrados en nuestra casa-habitación,
solo así heredaremos oportunidades y no problemas.
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